Anya Gage ha aprendido que para conseguir algo
bueno en la vida, tienes que trabajar para ello. Ella no tiene expectativas, ni
sueños.
Entonces se encuentra en una fiesta donde no
quiere estar y conoce a Knight.
Knight Sebring sabe quién es, lo que quiere y
lo que le gusta. Y lo consigue. Pero no esperaba que algo tan dulce como Anya
Gage paseara dentro de su dormitorio durante una fiesta, no esperaba que tuviera
que pedir prestado su teléfono.
Knight trata de dejar a Anya con la vida que se
merece con vallas blancas y un hombre que ve el fútbol los domingos, bueno,
normal y limpio. Pero cuando Anya llega a su club nocturno y se encuentra en una
situación, él sabe que alguien tiene que cuidar de ella, él no puede pelear más
y decide que ese hombre va a ser él.
Knight le enseña a Anya que, así como con lo
malo, en la vida también debes esperar el bien. Y él le enseña esto dándoselo a
ella.
Sin embargo, Knight tiene un pasado oscuro y
del mismo modo que él desea a Anya exactamente por quién es ella, teme que
cuando se entere exactamente de en qué hombre que se ha convertido y siempre
tiene la intención de ser, va a dejarlo para siempre, por alguien bueno, normal
y limpio
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